Hace unos cuantos años, más de 10 para no entrar en detalles, trabajaba yo para una organización no gubernamental en Venezuela. Uno de los proyectos de esta organización implicaba facilitar charlas y talleres en todo el país, conversar con mucha gente, compartir con ellos ideas, impresiones acerca del futuro y cómo construirlo en conjunto.
Una de los retos era que los facilitadores lograran conectarse con su audiencia, generar empatía, de modo que las ideas que se discutían en cada reunión fuesen comprendidas y asimiladas por los participantes. Para eso, los facilitadores tenían que estar muy preparados, no solo desde el punto de vista de los contenidos que se presentarían. Además, debíamos tener las habilidades necesarias para comunicarnos de forma apropiada y eficaz con nuestro público.
Allí comenzó todo. No sabría decir cuántas presentaciones tuve que realizar, pero durante dos años estuve recorriendo el país junto a otras personas, visitando pueblos y ciudades, conversando con pequeños grupos en comunidades apartadas, o con grandes auditorios de jóvenes bachilleres. Y cada espacio era de aprendizaje, cargado de anécdotas y una fuente de experiencia inagotable.
Y lo más importante: fue una etapa de mi carrera profesional que disfruté muchísimo.
A partir de entonces, y sumado al hecho de que comenzaba a dar clases en la Universidad Católica Andrés Bello en la cátedra de Comunicación Oral, se fueron sumando muchas horas de investigación y docencia en el área. Durante varios años tuve la oportunidad de estar con muchos jóvenes que comenzaban con grandes expectativas su preparación para ser periodistas, que llegaron a la universidad con los nervios de tener que hablar en público y que se convertían al cabo de 6 meses en unos oradores novatos pero eficaces.
Y mientras tanto, algunas empresas nacionales y transnacionales confiaban en esta capacidad para entrenar a sus portavoces -presidentes, gerentes de productos y marcas, encargados de comunicaciones, vendedores y más- para que fuesen capaces de realizar presentaciones orales exitosas, dar ruedas de prensa, colocar mensajes de forma clara y contundente, expresar ideas importantes para estas empresas y lograr sus objetivos de comunicación corporativa y empresarial.
Toda esta experiencia y las continuas investigaciones y lecturas que he realizado durante todos estos años las iré compartiendo en este espacio. Espero que se convierta en una fuente de consulta para sus dudas en relación a temas tan interesantes como la comunicación verbal y no verbal, la estructuración de discursos informativos o persuasivos, estrategias para controlar la mente y las emociones cuando se trata de hablar en público y mucho más.
En esta presentación, no quiero dejar de mencionar a mis maestros y muy buenos amigos Patxi Andrés Aldazoro y Naky Soto, a quienes quiero y respeto muchísimo, dos genios de la oratoria de quienes he he tenido el honor de aprender sobre mucho más que comunicación. Igualmente agradecer a la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, Venezuela, por brindarme la oportunidad de tener un espacio para el desarrollo de destrezas pedagógicas que descubrí como mi verdadera vocación.
Este es un proyecto que nace hoy también como un reto personal y profesional, para el cual espero estar a la altura. El objetivo último es uno: serles útil y que lo que aquí se comparta sea de provecho para todos.
Muchas gracias de antemano por visitar este espacio.
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