¡Hablemos sobre tu entrenamiento ahora!

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domingo, 9 de febrero de 2014


Estoy leyendo "El arte de cautivar" de Guy Kawasaki.

Por supuesto, el libro tiene unas cuantas recomendaciones en las cuales detenerse y pensar. Y luego, decidirse a hacer las cosas de otra manera. Cada libro es una oportunidad para cambiar y aprender. Para crecer.

Y en este caso, hay algunas ideas, de las muchas que plantea Kawasaki, que me gustan y que quiero incorporar. Son tres consejos que le dan un pequeño giro, un golpe de tuerca, al enfoque que solemos darle a las presentaciones.

Lo más interesante es que se trata de ideas que están estrechamente relacionadas con el Storytelling, con la capacidad que tenemos de relatar historias y de enamorar a través de ellas:

1. Vende tu sueño: Nuestros proyectos deben tener el espíritu de la épica, nuestras ideas deben ser capaces de poner a soñar a nuestros interlocutores. ¿Cuáles son las razones por las que, esto que te estoy diciendo, puede cambiar tu vida?
"Los que cautivan venden su sueño de un futuro mejor; relaciones sociales más atractivas, un entorno más limpio, una experiencia al volante que te hará vibrar o el futuro de la edición". 
 2. Piensa en "guión" y no en "discurso": Si nuestro discurso cuenta con historias poderosas, no solo tienen que ver con el cuento en sí, sino por la forma en que está estructurado. Tiene actores, drama, problemas serios por resolver, capacidad de hacer vivir al otro lo que nosotros estamos narrando. Tiene clímax y desenlace. Tiene todo lo que un buen guión necesita: actos de presentación, nudos y desenlaces con los que podamos conectarnos con la audiencia.
"Hay mas discursos aburridos que películas aburridas; tal vez sea porque los oradores no utilizan un esquema de guión".
3. Escenifica: Cuando estás presentándote, eres como un gran actor. Y hay dos cosas de los actores que son las que más me gustan: Que los mejores actores mueven tus emociones (así estén leyendo la guía telefónica) y, más que hablar, hacen. Los mejores personajes están cargados de acción, demuestran de lo que son capaces. Es por eso que Kawasaki recomienda que tus presentaciones estén cargadas de acción. Las imágenes, vídeos y demostraciones son ideales, porque
"Las diapositivas de texto rara vez cautivan, de modo que cuantas menos palabras muestres en la pantalla, mejor".
 Eso sí: no dejes de practicar. Para llegar a ser un "master" tienes que proponerte la práctica constante de tus presentaciones. Y mientras más lleves adelante una presentación, tanto mejor...

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