¡Hablemos sobre tu entrenamiento ahora!

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miércoles, 12 de marzo de 2014

Quizás una de las labores más complejas de un orador, quizás la meta más preciada, es la de ser memorable. Que tu discurso, que tu presentación no solo sea reseñada de forma adecuada, que la gente recuerde sus mensajes claves y sus momentos esenciales. Quieres que tu presentación sea recordada días, meses e incluso años después de haberla realizado.
Discursos memorables: muchos. Desde Martin Luther King hasta Barack Obama, Steve Jobs, Juan Pablo II o Al Gore, Nelson Mandela o Mahatma Ghandi, Malcolm X, Winston Churchill o Abraham Lincoln; algunos de sus discursos han cambiado el rumbo de la historia, han sido capaces de movilizar a millones de personas y ser portavoces de un sentimiento común, enaltecedor, o una idea brillante y novedosa.
Deja una huella
¿Cuáles son los elementos de un discurso que, en definitiva, se abre paso en la historia? Propongo algunos de ellos:
Claridad y grandeza en ideas: Estos discursos hablan de temas que van más allá de la anécdota personal o la coyuntura. Estas personas han sabido hablar de asuntos que conciernen a la humanidad toda, a un cambio profundo en las normas, en las instituciones, con sentido de trascendencia. Suelen ser discursos verdaderamente revolucionarios. Sus ideas son claras y congruentes.
Profundo compromiso: Las personas que logran realizar este tipo de discursos comparten las características de un líder, y en particular, demuestran a través de su comunicación no verbal (gestos, tono de voz, postura, etc.) una fe y una convicción inigualables en relación a sus ideas y posturas frente a la vida. Este compromiso se percibe de forma rápida porque no tiene que ver con lo que dices, sino con el cómo lo dices.

Sentido de la oportunidad: Hay momentos... y hay momentos. La capacidad que tenga un discurso para ser recordado también puede estar atado (no es una condición necesaria, pero si deseable) a la circunstancia en la cual ese discurso se pronuncia. En general, se percibe una altísima sensibilidad social, un momento de crispación política, un momento en el que un grupo de personas necesita de un discurso aglutinador, capaz de movilizar energías, de canalizarlas hacia fines compartidos con su audiencia y que son profundamente aspiracionales.
Inspiración al máximo: Este tipo de discurso toca una fibra sensible. Es "el discurso necesario", el que las personas requieren para levantar la cabeza, alzar la mirada al horizonte y pensar en el futuro. Para ello, requieren de una persona que, frente a la adversidad, fue capaz de levantar su voz. Hay una relación casi mítica en este momento, un sentido de odisea, donde la audiencia reconoce al otro y a sus palabras como una fuerza que los impulsa y los lleva al camino planteado. Es muy difícil que este sea un discurso absolutamente preparado: por lo general, el orador tiene una serie de ideas bastante digeridas, con mucha práctica en el arte de organizar esas ideas de modo que su historia sea la que eleve los corazones de la gente. Y al final, se deja llevar por la inspiración.
Sí: algo de magia también hay...
Habla con el corazón y llegarás al alma.
Ahora bien: no hace falta ser un gran líder político para dar un discurso inspirador. Hay discursos breves, muy emotivos, que también te pueden inspirar. En TED hay montones de ejemplos, y si quieres algunos menos "académicos", busca por ejemplo los discursos de Ashton Kutcher o Lupita Nyong'o. Te dejo este último y me cuentas qué tal.

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