Lo primero que hace una persona en su vida al nacer, incluso antes de llorar, es tomar una gran bocanada de aire, inflar sus pulmones y luego, con toda la energía que eso produce, lanzar un potente alarido.
Es un reflejo, básico para seguir con vida. El oxígeno que tomamos cuando inspiramos es utilizado por cada una de nuestras células para cumplir con sus respectivas funciones, ya que gracias a la reacción química que se genera en el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, se produce energía.
Respiramos sin darnos cuenta. Sabemos que respiramos, pero lo hacemos de modo automático, sin pensar en ello. Sin embargo, está absolutamente comprobado que respirar correctamente trae una serie de beneficios al organismo (mejora el funcionamiento del corazón y quemamos más grasa, por ejemplo), mientras que los malos hábitos al respirar pueden traernos consecuencias indeseables para nuestra salud (desde sensación de cansancio y angustia, hasta deterioro del sistema inmunológico).
Esto lo saben muy bien quienes, además, entienden que una vida saludable debe tener un buen componente de ejercicio físico, cuya consecuencia evidente es la regulación de procesos de respiración y la oxigenación del cuerpo ante la necesidad de consumir energía.
Otras prácticas que cada vez se hacen más populares tienen su base en la respiración: el yoga, el tai chi y hasta la meditación más sencilla comienza por relajarse y hacer consciente el uso de nuestro aparato respiratorio. Busque cualquiera de estas rutinas y todas comenzarán por pedirle que se relaje y piense en su respiración, en cómo el aire entra y sale de su organismo, llenándolo de energía, purificándolo, generando un estado de intenso bienestar. Luego esa energía será utilizada para realizar los movimientos que exige cualquiera de estas disciplinas o simplemente para disminuir su estrés.
Beneficios de respirar correctamente para hablar en público.
Ya resulta evidente que para cualquier persona, respirar correctamente es beneficioso en muchos aspectos. Sin embargo, cuando se trata de hablar en público, agregaremos dos funciones fundamentales de la respiración correcta:
1. Controla tu miedo
Una de las primeras medidas que debe tomar una persona que se dispone a dirigirse a su audiencia es respirar. Respirar profundamente, de forma pausada, completa. Permitir que la energía que le provee la respiración sea utilizada correctamente por el organismo para relajarse y enfocarse en la actividad que va a realizar en adelante: hablar. Respirar nos permite concentrarnos y controlar la ansiedad típica de este momento.
2. Sin aire no hay voz
Intente emitir sonidos sin respirar. Vamos, inténtelo. Tome aire y comience a tararear una canción, o lea en voz alta este artículo SIN VOLVER A RESPIRAR...
¿Pudo? En algún momento, cuando el aire se acaba, el organismo se siente obligado a tomar otra bocanada de aire. Si no, simplemente la voz se agota. No hay más sonido.
Resulta que la voz es producto de la vibración que ocurre en las cuerdas vocales gracias al paso del aire por ellas. El aire ya no es solo oxígeno y dióxido de carbono que entra y sale de nuestro cuerpo llenándonos de energía celular. El aire ahora es también una fuerza física, un objeto que, al pasar por las cuerdas vocales, las hace vibrar. Así como los dedos hacen vibrar las cuerdas de una guitarra, el aire hace lo mismo con nuestras cuerdas vocales. y vibra todo nuestro cuerpo: esa vibración es nuestro sonido.
Tener control sobre nuestra respiración permite que hagamos un correcto uso de nuestra voz, obtener de ella su máximo potencial. Todos los que trabajan con su voz como herramienta (actores, cantantes, locutores, etc.) tienen como norma fundamental cuidar su voz, y la primera regla es aprender a respirar correctamente.
¿Cómo? Próximamente les presentaré una recopilación de diversos ejercicios fáciles de practicar, y con los cuales notarán beneficios de inmediato.
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